Estamos llenos de historias que dan identidad a nuestras vidas, historias que se entrelazan.
Me gustaría compartir contigo la historia que cuenta nuestra marca “Fisioterapia Aramendía”.
Esta historia entrelaza mi identidad personal con la profesional, una identidad personal
plasmada en la inicial de mi apellido, una letra que se fusiona con la posición de trabajo más
conocida del fisioterapeuta. Esa identidad profesional con la que abrazamos al paciente a
través de nuestros cuidados, conocimiento y escucha.
En la vida hay caminos que se juntan y se cruzan, en mi vida la identidad personal y
profesional se entrelaza con estos tres trazos que recuerdan a la anatomía del sistema
vestibular, esa especialidad tan desconocida y que me permite acompañar el camino de
muchos pacientes.
Una identidad, una marca recogida en la forma de un triángulo, un triángulo como símbolo del
equilibrio, serenidad y estabilidad que me caracterizan.